Edición 03 – Frecuencia no es saturación
Estar presente no es suficiente. Hay que estar con propósito, ritmo y elegancia.
En el mundo de las marcas ansiosas, hay una idea peligrosa: “Más contacto = más lealtad.”
Entonces disparan: Tres correos por semana. Notificaciones diarias. Mensajes por WhatsApp “solo para recordarte que estamos aquí”.
Y lo que logran no es amor. Es silencio. Es fatiga. Es bloqueo.
Confunden presencia con relevancia.
Frecuencia con conexión. Comunicación con vínculo.
La frecuencia sin propósito no construye hábito. Construye desgaste.
Estar presente no basta si el cliente siente que solo lo interrumpes. Es como llamar cada día… sin tener nada que decir.
Entonces, ¿cuál es el ritmo adecuado?
Depende de tu marca, de tu cliente y de tu narrativa. Pero hay un principio que nunca falla:
Cada contacto debe entregar valor. Cada contacto debe parecer un regalo, no una factura emocional.
En El Método FAN® lo explico así:
“La frecuencia es como una cita. Si abrumas, espantas. Si apareces con intención, enamoras.”
La frecuencia adecuada crea anticipación. La mala frecuencia crea evasión.
Reflexión.
Tu marca no necesita gritar más veces. Necesita decir cosas que valga la pena recordar.
Y eso —en este mercado saturado de ruido— es una ventaja rara, hermosa y rentable.
—Luis